Lo que más fascina de esta playa, de 150 metros de extensión, es el agua cristalina y la piscina natural que conforma, ideal para niños que no sepan nadar, con sus llamativos acantilados. Forma una media luna natural con abundante arena y entorno mágico. La montaña que la protege, erosionada por el efecto del mar, ha dejado un paisaje que, desde el agua y con el sol luciendo, hace a uno pensar que está en otro planeta.
Horario: Apertura: 09:00 Cierre: 24:00.